jueves, 31 de marzo de 2011

Dinámicas

CONSEJOS DE UNA MADRE AZTECA A SU HIJA


            "Hija mía muy amada, muy querida palomita, ya has oído y notado las palabras que tu señor padre te ha dicho, has oído las palabras preciosas y que raramente se dicen, ni se oyen...  Mira que las tomes y las guardes en tu corazón, y las escribas en tus entrañas; si dios te diere  vida, con aquellas mismas palabras has de doctrinar a tus hijos e hijas, si dios te los diere.  Lo segundo que te quiero decir es que mires que te amo mucho, que eres mi querida hija; acuérdate que te traje en mi vientre nueve meses, y naciste, te criaste en mis brazos; yo te ponía en la  cuna y de allí en mi regazo, y con mi leche te crié.  Esto te digo porque sepas que yo y tu padre somos los que te engendramos madre y padre, y ahora te hablamos doctrinándote.  Mira que tomes nuestras palabras y las guardes en tu pecho; mira que tus vestidos sean honestos y como conviene; mira que no te atavíes con cosas curiosas y muy labradas, porque esto significa fantasía, y poco seso y locura.  Tampoco es menester que tus atavíos sean muy viles, o sucios o rotos, como son los de la gente baja, porque estos atavíos son señal de gente vil y de quien se hace burla; tus vestidos sean honestos y limpios, de manera que ni parezcas fantástica ni vil; y cuando hablares, no te apresurarás en el hablar, no con desasosiego, sino poco a podo y sosegadamente; cuando hablares, no alzarás la voz ni hablarás muy bajo sino con mediano sonido, no adelgazarás mucho tu voz cuando hablares ni cuando saludares, ni hablarás por las narices, sino que tu palabra sea honesta y de buen sonido y la voz mediana; no seas curiosa en tus palabras.
            Mira hija, que en el andar has de ser honesta, no andes con apresuramiento ni con demasiado espacio porque es señal de pompa andar despacio, y el andar de prisa tiene resabio de desasosiego y poco asiento; andando llevarás un medio, que ni andes de prisa, hacerlo has así que por eso tienes discreción; para cuando fuere menester saltar algún arroyo, saltarás honestamente, de la manera que ni parezcas pesada y torpe ni liviana.  Cuando fueres por la calle o por el camino no lleves inclinada mucho la cabeza, o encorvado el cuerpo, ni tampoco vayas muy levantada la cabeza y muy erguida, porque es señal de mala crianza, irás derecha y la cabeza poco inclinada; no lleves la boca cubierta, o la cara con vergüenza, no vayas mirando a manera de cegajosa; no hagas con los piés meneos de fantasía por el camino, anda con sosiego y con honestidad por la calle.
            Lo otro que debes notar, hija mía, es cuando fueres por la calle no vayas mirando acá ni acullá, ni volviendo la cabeza a mirar a una parte ni a otra, ni irás mirando al cielo, ni tampoco irás mirando a la tierra; a los que topares, no los mires con ojos de persona enojada, ni hagas semblante de persona enojada; mira a todos con cara serena.
            Mira también, hija, que nunca te acontezca afeitar la cara o poner colores en ella, o en la boca, por parecer bien, porque esto es señal de mujeres mundanas y carnales; los afeites y colores son cosas que las malas mujeres y carnales lo usan, las desvergonzadas que ya han perdido la vergüenza y aun el seso, que andan como locas y borrachas; éstas se llaman rameras.  Y para que tu marido no te aborrezca atavíate, lávate y lava tus ropas, y esto sea con regla y con discreción, porque si cada día te lavas y lavas tus ropas, decirse ha de tí que eres relimpia y que eres demasiado regalada, llamarte han Tepepetzón, Tinemaxoch.
            Sólo una cosa, hija mía, me resta por decirte para acabar mi plática, si dios te diera vida, si vivieres algunos años sobre la tierra, mira que te guardes mucho que nadie llegue a tí, que nadie tome tu cuerpo.  Si perdieres tu virginidad y después de esto de demandare por mujer alguno, y te casares con él, nunca se habrá bien contigo, ni te tendrá verdadero amor; siempre se acordará de que no te halló vírgen, y esto será causa de grande aflicción y trabajo; nunca estarás en paz, siempre estará tu marido sospechoso de tí. ¡Oh hija mía muy amada, mi palomita! si vivieres sobre la tierra, mira que en ninguna manera te conozca más que un varón; y esto que ahora te quiero decir, guárdalo como mandamiento estrecho.  Cuando dios fuere servido de que tomes marido, estando ya en su poder, mira que no te altivezcas, mira que no te ensoberbezcas, mira que no te des licencia a tu corazón para que se incline a otra parte, mira que no te atrevas a tu marido, mira que en ningún tiempo ni en ningún lugar le hagas traición, que se llama adulterio; mira que no des tu cuerpo a otro, porque esto, hija mía muy querida y muy amada, es una caída en su sima sin suelo que no tiene remedio ni jamás se puede sanar, según el estilo del mundo; si fuere sabido, y si fueres vista en este delito, matarte han, echarte han en una calle para ejemplo de toda la gente, donde será por justicia machucada la cabeza y arrastrada; de éstas se dice un refrán: probará la piedra y será arrastrada y tomarán ejemplo de tu muerte."

QUEZADA, Nohemí.
Amor y Magia Amorosa entre los Aztecas,
Supervivencia en el México Colonial,
UNAM, México, 1975'

lunes, 28 de marzo de 2011

Programa

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  • Manejo de conceptos.  Aspectos bio,psico,sociales de la sexualidad
  • Canales de Socialización de la Sexualidad
  • Desarrollo Psicosexual:
  • Infancia
    • Fases principales. 
    • Cine debate: Mi Vida en Ros
    • Las preguntas de los niños.
  • Adolescencia (pubertad)
    • Alternativas de los jóvenes para ejercer su sexualidad
  • Respuesta Sexual Humana
    • Anticoncepción
    • Disfunciones
  • Adulto, vejez, pareja
  • Problemas sociales relacionados con la sexualidad: nacimientos no deseados, violación y abuso sexual, prostitución,
  • Expresiones comportamentales: homosexualidad, heterosexualidad, bisexualidad, etc.
  • El papel de la educadora como mujer, pareja, maestra, amiga, etc.

jueves, 17 de febrero de 2011

Dinámicas

QUIERO UNA ESPOSA

Judy Syfers.*


Pertenezco a esa clase de gente conocida como esposa.  Soy una esposa. Y, no por accidente, soy una madre.

     No hace mucho apareció en escena un amigo, recientemente salido de un divorcio.  Tiene un niño que está por supuesto, con su ex-esposa.  El, obviamente, está buscando otra esposa.  Estaba pensando en él mientras planchaba, una de estas tardes, y de pronto se me ocurrió que a mí, también, me gustaría tener una esposa. ¿Por qué quiero una esposa?

     Desearía volver a la escuela para ser económicamente independiente, poder mantenerme y, si fuera necesario, mantener a quienes dependen de mí.  Quiero una esposa que trabaje y me mande a la escuela.  Y mientras voy a la escuela, quiero una esposa que se ocupe de los niños.  Quiero una esposa que esté pendiente de las citas de los niños con su doctor y su dentista.  Y que esté pendiente de las mías, también.  Quiero una esposa que asegure que los niños coman con propiedad y que estén limpios.  Quiero una esposa que lave la ropa de los niños y la conserve en buenas condiciones.  Quiero una esposa que atienda adecuadamente la alimentación de mis niños, que vigile sus estudios, que asegure el que tengan una adecuada vida social con sus compañeros, que los lleve al parque, al zoológico, etc.  Quiero una esposa que cuide a los niños cuando están enfermos, una esposa que se las arregle para estar cerca cuando los niños necesitan especial atención porque, por supuesto, yo no puedo faltar a mis clases en la escuela.  Mi esposa debe arreglárselas para faltar al trabajo y no perder el empleo.

     Eso podría significar de vez en cuando un pequeño recorte en el ingreso de mi esposa, pero creo que yo podría tolerarlo.  No es necesario decirlo: mi esposa se las arreglará y pagará a quien cuide a los niños mientras ella está trabajando.

     Quiero una esposa que atienda mis necesidades físicas.  Quiero una esposa que mantenga limpia mi casa.  Una esposa que recoja mis cosas.  Quiero una esposa que conserve mi ropa limpia, planchada, remendada, reemplazada cuando sea necesario, y que vea que mis objetos personales se conserven en el lugar apropiado de manera que pueda yo encontrar lo que necesite.  Quiero una esposa que cocine, una esposa que sea buena cocinera.  Una esposa que planee los menús, que haga las compras necesarias de comestibles, prepare las comidas, las sirva gustosa, y luego levante todo mientras yo estoy estudiando.  Quiero una esposa que me cuide cuando estoy enferma y se compadezca de mi dolor y de mi ausencia de la escuela.

     Quiero una esposa que acompañe a la familia cuando tome vacaciones para que pueda continuar cuidándonos, a mí y a los niños, cuando yo necesito descanso y cambio de escenario.

     Quiero una esposa que no me moleste con quejas incoherentes acerca de los deberes de una esposa.  Pero quiero una esposa que me escuche cuando siento la necesidad de explicar algún punto difícil surgido en el curso de mis estudios.  Y quiero una esposa que transcriba a máquina los trabajos que yo haya escrito.

     Quiero una esposa que se ocupe de los detalles de mi vida social.  Cuando mi esposa y yo seamos invitados por mis amigos, quiero una esposa que se ocupe de los arreglos necesarios para el cuidado de los niños, mientras salimos.  Cuando encuentre en la escuela gente que me guste y quiera invitar, quiero una esposa que tenga la casa limpia, que prepare una comida especial y nos la sirva a mí y a mis amigos, que no interrumpa cuando hablo de cosas que nos interesan a mí y a mis amigos.  Quiero una esposa que pueda arreglárselas para que los niños hayan comido y estén listos para irse a la cama antes de que lleguen mis invitados, para que los niños no nos molesten.

     Y quiero una esposa que sepa que algunas veces necesito una noche fuera de casa, sola.

     Quiero una esposa que sea sensible a mis necesidades sexuales, una esposa que haga el amor apasionada y ávidamente cuando así lo desee yo, una esposa que procure mi satisfacción.  Y por supuesto, quiero una esposa que no exija atención sexual cuando no tenga ánimo para ello.  Quiero una esposa que asuma la total responsabilidad del control natal.  Quiero una esposa que me sea sexualmente fiel para que mi vida intelectual no se vea perturbada por los celos.  Y quiero una esposa que entienda que mis necesidades sexuales pueden requerir algo más que la estricta adhesión a la monogamia.  Yo debo, después de todo, estar en condiciones para relacionarme lo más plenamente posible con la gente.

     Si acaso encuentro a otra persona más conveniente como esposa que la que yo tengo, quiero la libertad para reemplazar a mi actual esposa por otra.  Naturalmente, espero una vida nueva y fresca; mi esposa se hará cargo de los niños y será la única responsable de ellos para dejarme libre.

     Cuando haya terminado mis estudios y tenga un trabajo, quiero una esposa que deje de trabajar y se quede en casa para que mi esposa pueda más intensa y completamente hacerse cargo de los deberes de una esposa.

     ¡Dios mío ¿quién no quisiera una esposa...?!



*    Judy Syfers está casada y tiene dos hijos.  Este artículo fué publicado originalmente en The Preview Issue of Ms (1972).

Dinámicas

HAY ESCASEZ DE AMISTAD...
...PERO NO DE AMIGOS
TIENE GRAN NECESIDAD DE ESPOSA...
...EL QUE SE CASA CON LA NIÑA MIMADA
LAS ESPOSAS DISCRETAS...
...NO TIENEN A VECES NI OIDOS NI OJOS
EL TRABAJO DE LA MUJER EN EL HOGAR...
...Y EL LAVAR PLATOS NUNCA TIENE FIN
ES RICO...
...QUIEN ESTA SATISFECHO
EL CASADO...
...CASA QUIERE
CUANDO EL MARIDO ES FUEGO Y MA MUJER ESTOPA...
...VIENE EL DIABLO Y SOPLA
NADA SE DICE NI SE HACE BIEN...
...EN MOMENTOS DE PASION
LAS FALTAS SON MAYORES...
...CUANDO EL AMOR ES LEVE
LA BELLEZA TIENE MAS FUERZA...
...QUE UN PAR DE BUEYES
POR LA PUERTA POR DONDE ENTRA LA SOSPECHA...
...SALE EL AMOR
NINGUNA MUJER ES TAN MALA...
...QUE NO QUIERE BUENOS HIJOS
EL QUE HABLA MAL DE SU ESPOSA...
...SE DESHONRA A SI MISMO
LO QUE LOS NIÑOS OYEN EN SU CASA...
...NO TARDA EN VOLAR FUERA
NUNCA ME GUSTO EL CALDO RECALENTADO...
...NUNCA ME GUSTO UN VIEJO AMOR RENOVADO
AL MARIDO...
...TEMELE, QUIERELE Y OBEDECELE
DONDE LA MUJER MANDA...
...EL HOMBRE NO VALE NADA
LA MUJER QUE DESCUIDA SU HOGAR...
...ESPERE UNA INTRUSA QUE LA HA DE SUPLANTAR

viernes, 11 de febrero de 2011

PRESENTACIÓN

Los rasgos deseables del perfil de egreso de las estudiantes de la Licenciatura en Educación Preescolar en los campos:   identidad profesional y ética, así como en capacidad de percepción y respuesta a las condiciones de sus alumnos y del entorno de la escuela, implican una revisión y análisis de la sexualidad humana, ya que en esta época de importantes cambios en la estructura social y familiar, repercuten en aspectos como la identidad y los roles de género, en los cuales la educadora posee una gran influencia.  En este sentido, el hecho de analizar y reflexionar los procesos que se van dando a lo largo del desarrollo psicosexual del niño y el adolescente, pueden llevar a la futura educadora a construir una visión amplia que implique un respeto a la diversidad, y que le permita reconstruir su propia identidad.
En todo el conjunto de actividades cotidianas que realizamos está implícita nuestra sexualidad, es decir el conjunto de manifestaciones bio-psico-sociales que nos hacen ser, sentir y pensar como hombre o como mujer dentro del grupo en el que convivimos; estas manifestaciones están presentes en todo lo que realizamos; obviamente en nosotros, como adultos, son producto de un aprendizaje y de una interacción social; están influidos por normas y valores que nos han sido inculcados, reforzados y castigados a lo largo de nuestra vida.
Es a través de una revisión de diversos artículos que se pretende generar un espacio de análisis y discusión, que en base al respeto, pueda propiciar una desmitificación de los temas que generalmente han sido considerados como tabús,  así como la construcción de estrategias que permitan entender los procesos de desarrollo que los propios niños van construyendo.  La educadora, y el maestro en general, tienen un papel muy importante en  la Educación de la Sexualidad, ya que aún de manera indirecta van propiciando o limitando determinadas actitudes que van conformando la conducta y la identidad de niños y niñas.
El Taller será un espacio para reflexionar sobre algunos de los contenidos; no es un espacio informativo, ni se pretende modificar o limitar conductas o actitudes; no existe una “verdad” en la sexualidad; en cambio, el hecho de reflexionar en tópicos tales como el conocimiento del propio cuerpo entendiéndolo desde la lógica del descubrimiento de sí mismo, nos permite despojarnos de prejuicios y entender al niño como un ser integral, en el que la sexualidad está presente desde que es consciente de sí mismo, desde que piensa, siente y actúa como hombre o mujer dentro de un contexto social.